El próximo 14 de febrero dará comienzo si Dios quiere el Tiempo de Cuaresma, con el Miércoles de Ceniza. Recordamos que es un día de ayuno y abstinencia.
Este año lo tenemos “anticipado”. Hacía poco que terminábamos el Tiempo de Navidad y estamos a punto de empezar este otro Tiempo de conversión y “lucha espiritual” que es la Cuaresma.
Conviene refrescar la memoria en este nuevo tiempo y ver cuál es el Cuarto mandamiento de la Iglesia: “ayunar y abstenerse de comer carne cuando lo manda la Santa Madre Iglesia”.
Pues bien, el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo hay ayuno (una comida y algo ligero en la mañana o la noche) y abstinencia (no tomar carne). Los demás viernes de Cuaresma sólo hay obligación de abstinencia.
¿A quiénes obliga? “La ley de la abstinencia obliga a los que han cumplido catorce años; la del ayuno, a todos los mayores de edad, hasta que hayan cumplido cincuenta y nueve” (Código de Derecho Canónico n. 1252). No hay que tomarlo, no obstante, como un precepto humano, como mero cumplimiento, sino como una muestra de amor a Dios, y de desprendimiento de uno mismo.
Comencémoslo con ese buen espíritu.