En este mes de noviembre, mes de los fieles difuntos hay que fomentar la oración de la Coronilla de la Divina Misericordia: “los fieles pueden esperar el cumplimiento de las promesas de Cristo que se refieren especialmente a la hora de la muerte: la gracia de la conversión y una muerte serena. Gozaran de estas gracias no solo las personas que recen esta coronilla, sino también los moribundos por cuya intención la recen otras personas.
“Cuando la coronilla es rezada junto al agonizante – dijo el Señor Jesús Se aplaca la ira divina y la insondable misericordia envuelve al alma” (Diario, 811). La promesa general es la siguiente: “Quienes recen esta coronilla, me complazco en darles todo lo que me pidan (Diario, 1541, (…….) si lo que me pidan esté conforme con Mi voluntad” (Diario, 1731)