El martes 30 de noviembre, día de San Andreś , comenzamos la Novena de la Inmaculada. ¡Qué bien puede hacernos vivirla de manera especial! ¿Y cómo concretarlo? Puede venirnos muy bien asistir durante estos nueve días a Misa. En la parroquia vamos a tener un recuerdo especial a Nuestra Señora rezando o cantando la Salve y haciendo una oración a San José después de la misa de la tarde (estamos terminando el año a él dedicado).
Pero nos vendría bien vivirla de una forma más individual, sacar propósitos de vida cristiana. ¿Algunas pistas? No quejarnos por nada. Si hay que elegir no buscar lo mejor o lo que maś me gusta. Cumplir mis obligaciones a conciencia. Ser amable incluso con quién no me cae bien. No perder el tiempo en cosas inútiles . Rezar alguna oración diaria a la Virgen. Pedir especialmente por la Iglesia y todos los que formamos parte de ella. Cuidar el examen de conciencia antes de acostarse, y especialmente antes de la confesión . Pedir por la alegría verdadera y la pureza de los jóvenes.
Y otras cuestiones que cada uno pueda añadir. Es una forma concreta de ofrecer a Nuestra Madre, nuestro afán de crecer en el amor de Dios sin teorías, sino con hechos